Portugal ha desbloqueado el mayor parque empresarial del norte del país a solo 8 kilómetros de la Plataforma Logística Industrial de Salvaterra-As Neves (Plisan). Se trata del Minho Park, un proyecto que comenzó a gestarse a la par que el puerto seco gallego y que también fue de complicada gestación. El espacio luso, de 560.000 metros cuadrados, fue anunciado en el 2010 como el «nuevo polígono empresarial de la eurorregión» e iba un paso por delante. Empezó a atraer el interés de empresas cuando, en el 2016, la Asociación Industrial do Minho (Aiminho), con un 95 % del proyecto (la Cámara Municipal de Monçao tenía el 5 % restante), se declaró insolvente. En la ribera gallega despegaba al mismo tiempo la Plisan como la tierra prometida para muchos empresarios necesitados de suelo inexistente en la raia. El proyecto luso resurge ahora «colocando a Monçao en una posición central entre el norte de Portugal y Galicia», sostiene el regidor de la localidad, Antonio Barbosa.
Esta semana se ha firmado en Oporto la escritura pública de venta de los terrenos a sus nuevos propietarios. Se trata de Destaque Objetivo, una sociedad que culminará el polígono y que prevé que las primeras firmas puedan instalarse en enero del próximo año. Su intención es la de sumar esfuerzos para atraer empresas. Los beneficios fiscales y el precio del suelo acostumbran a hacer estos terrenos más atractivos al sur del Miño. Por eso se han agotado ya los polígonos de Valença o Cerveira, mientras que en Tomiño, O Rosal y A Guarda esperan desde hace dos décadas por planes que nunca se materializaron.
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