El motor de las Rías Baixas lleva 20 años esperando su ampliación

Hace 20 años, el Concello de Vigo anunció que iba a facilitar 400.000 metros cuadrados de suelo industrial en Matamá para ampliar Citroën. Así lo contaba La Voz el 27 de enero del 2001. Era lo que venía reclamando el motor económico de las Rías Baixas para acomodar su propia factoría y las industrias auxiliares. A día de hoy, a la actual PSA le sigue interesando ese proyecto, que todavía no se ha llevado a la práctica. La clave para entender el retraso reside en los problemas urbanísticos que arrastra la ciudad y, en particular, la anulación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) del 2008 por parte del Tribunal Supremo.

La ampliación de Balaídos quedó en el aire, al igual que otros muchos proyectos. El nuevo plan urbanístico sigue sin estar aprobado todavía, pero el grupo PSA no ha perdido la esperanza de disponer de esos terrenos para reforzar su planta. Así lo recordó recientemente el director del centro, Ignacio Bueno. La Zona Franca todavía tiene el plan sobre la mesa. Su delegado, David Regades, indicó recientemente que «retomaremos» el proyecto de ampliación. Hoy está más difuminado: es menos espacio en Matamá y se prevé también en el polígono de Valadares.

Hace dos décadas, Citroën empezó a aumentar velozmente su producción fabril en Vigo. En aquel momento, incluso se sugirieron en la ciudad proyectos para tender una línea férrea sur que comunicase la factoría de Balaídos con Bouzas. La exportación de coches iba bien y Vigo empezó a batir récords de vehículos saliendo de la cadena. En el 2000 había fabricado 436.000 vehículos y empleaba a 10.600 trabajadores. Desde 1996, el país crecía económicamente y la bonanza duró hasta que estalló la burbuja.

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Fecha publicacion: 
2021-01-26 13:00:00
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