
El crecimiento de la economía gallega será del 5,6 % este año (cayó el 9,4 % en el 2020), y del 5,4 % en el 2022, que se cerrará con un 11,3 % de paro tras la generación de 33.000 puestos de trabajo en el período 2020-2022. Son las estimaciones presentadas en Santiago por el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y la directora de la Territorial Noroeste del BBVA, Marta Alonso. El consumo de hogares es el principal apoyo del crecimiento económico, con sectores como hostelería, restauración y ocio favorecidos por la flexibilización de restricciones, con recuperación del turismo nacional en el año del Xacobeo, mientras el turismo extranjero continúa aún por debajo de los niveles precrisis. Destacó Cardoso el crecimiento del gasto público (con la Xunta manteniendo una política expansiva) y el buen comportamiento, pese a la situación difícil de los sectores de textil y automoción, de las exportaciones: en el acumulado hasta septiembre, avanzaron las exportaciones de bienes gallegas en todos los sectores. Entre los datos de la «recuperación robusta» de la economía gallega en el actual ejercicio, el informe de BBVA Research señala que en septiembre Galicia había recuperado ya los niveles de afiliación a la Seguridad Social previos a la pandemia, salvo las zonas no urbanas y las ciudades de Santiago y Ferrol y sus áreas urbanas, muy afectadas por la pandemia y con un nivel de empleo inferior al del cierre del 2019. En cuanto al gasto en Galicia con tarjeta (de clientes del BBVA y en terminales de la entidad financiera) en octubre superó en un 35 % al del mismo mes del 2019. El informe sostiene que el levantamiento de las restricciones en mayo permitió acelerar el gasto en restauración, transporte, ocio y alojamiento.
El economista señaló un incremento en la tasa de ahorro. Sobre la venta de viviendas, supera los niveles prepandemia, con un 38,2 % por encima del 2020 y un 21,2 % más que en el 2019 en los nueve primeros meses del año. En el primer trimestre del año crecieron los precios de las viviendas, frente a la tardanza de una década en hacerlo en la anterior crisis.
Cardoso apuntó riesgos de futuro por la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia (es vital para las exportaciones gallegas alcanzar mayores porcentajes de vacunación en los países consumidores, subrayó) y el incremento de costes a empresas (combustibles, electricidad, falta de contenedores y ruptura de cadena de suministro de insumos). Alertó sobre la ralentización de la ejecución de fondos Next Generation, que debe acelerarse para que el gasto público releve al privado, que admitió tiene caducidad y empieza a mostrar signos de ello. El informe mantiene un sesgo a la baja sobre sus previsiones económicas. Cardoso espera que la actual inflación «sea más baja en el 2022 que en este final de año», y comience a revertir hacia febrero-marzo; de hacerse permanente, alerta del riesgo de que las negociaciones colectivas entre empresas y trabajadores basculen en exceso hacia una de las partes, y entonces «se mate la recuperación del consumo o se mate la recuperación del empleo por las empresas», todo ello en un contexto de incertidumbre por la reforma laboral. Miguel Cardoso también apuntó un posible incremento de insolvencia de empresas y morosidad en los próximos meses, al concluir el período de carencia de los créditos públicos como los del ICO, que podría suponer destrucción de empleo.
Fuente: La Voz de Galicia