Obtener al menos 470.000 metros cuadrados y ampliar la superficie actual de suelo industrial en un 50% en los polígonos de A Reigosa (Ponte Caldelas) y Curro (Barro). Es el resultado de la posible expansión de ambos recintos, para la que ya se manejan planes al respecto, aunque de manera muy incipiente en el caso de Curro. La ampliación de ambos parques empresariales comienza a ponerse sobre la mesa ante la ocupación que registran. Con algo más de 120 parcelas habilitadas en los dos recintos, ya son 90 las parcelas vendidas, aunque no todas ocupadas, lo que supone casi el 73% de la oferta inicial. La cifra de espacios disponibles es de poco más de una treintena.
Doce de esas parcelas libres corresponden al polígono de A Reigosa, que gestiona la Xunta y donde se maneja desde hace meses un plan de expansión. No se trata de urbanizar nuevos terrenos, sino de reconvertir los usos de la antigua Central de Transportes. Son 34.000 metros cuadrados que podrán acoger todo tipo de usos empresariales, no solo logísticos, tras la modificación de su plan sectorial aprobado en marzo por el Concello de la Xunta. De esta manera, se podrá atender la demanda en esta zona industrial de la periferia urbana de la ciudad de Pontevedra sin necesidad de una remodelación, sino solo el cambio a usos industriales genéricos, similares a los de los polígonos de A Reigosa y O Campiño, con los que linda. Esta central se inauguró en 2005 pero nunca llegó a estrenarse.
La modificación implica cambios en el diseño de esta área que cubre total casi 87.000 metros cuadrados, ampliando en 17.000 la superficie reservada a la red viaria local, hasta 38.740; aumentar en casi 1.000 m2 los espacios libres, hasta 11.663 m2, con nuevas sendas peatonales; y elevar las plazas de aparcamiento público a 361. El parque se organizará en 43 parcelas con una superficie entre 450 y casi 1.000 m2.
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