
Las comunidades del Norte de España –Asturias, Galicia y Cantabria, y al que se espera que se una el País Vasco– crearán un corredor energético verde que usará como fuente el hidrógeno con el que contribuir a la descarbonización de la economía. Uno de los puntos fuertes del proyecto contempla la instalación cada determinados kilómetros de lo que se conoce como hidrogeneras (gasolineras a base de hidrógeno) para fomentar el uso de este recurso energético entre los conductores y, especialmente, entre los transportistas que suelan hacer realizar esta ruta. El proyecto partió de la Consejería de Industria regional que es la que ha planteado al resto de comunidades del norte la creación de este corredor energético verde.
De hecho la intención del Gobierno regional es la de ir sumando más adeptos a esta iniciativa y aspira a que el corredor pueda adentrarse también en la vecina Castilla y León. La del hidrógeno es una de las grandes apuestas de futuro del Gobierno asturiano. De hecho, la región tiene ya un buen puñado de proyectos vinculados con el hidrógeno a la espera de aprovecharse de los próximos fondos europeos. Es más, el Principado tienen identificados en la región 24 manifestaciones de interés vinculadas a ese sector energético que representan una inversión de 3.200 millones de euros. El Gobierno asturiano y la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN) pusieron hace unos meses en marcha una mesa para aglutinar a las empresas que tuvieran intereses en este campo.
En cuanto al futuro corredor del hidrógeno, los contactos entre los tres gobiernos –el asturiano, el cántabro y el gallego– para el impulso de este corredor llevan tiempo produciéndose. De hecho, hace solo unos días tuvo lugar una de las últimas reuniones para tratar de enfocar como se va a acometer este proyecto. Los tres están convencidos de que el hidrógeno será una alternativa renovable y sostenida para responder a las demandas del tejido industrial.
El objetivo de este nuevo corredor es ampliar la producción y distribución de hidrógeno renovable; la mejora de la eficiencia energética en edificios; maximizar la participación de la industria, fomentar la transferencia de tecnología y colaborar con centros de investigación e instituciones académicas.
En paralelo, se fomentará la divulgación y concienciación sobre las oportunidades que ofrece esta tecnología que contempla aplicaciones tanto en el ámbito de la producción como en el transporte y almacenamiento y el de los usuarios finales, entre ellos la industria electrointensiva.
FUENTE: La Nueva España